Son como animales

Hoy tuve uno de esos sueños que te dejan pensado eternamente. Solamente recuerdo pequeños momentos. El más importante es cuando me encuentro en una casa extraña, no parecía ser la mía ni de nadie conocido, es más, tenía mucha similitud con una galería, sin embargo, tenía cierta familiaridad. Dentro, me encuentro con mi amigo Calde, que dice algo asi como "no soporto más a esos duendes, quiero que se vayan". Una sentencia extrañísima y tenebrosa. Dentro de esa casa rara, donde todo estaba a media luz, mi amigo me dice esa frase con cara de pánico y de agotamiento psicológico.
Luego, camino unos metros más y veo a dos señoras mayores mirando por la ventana, intentando poner un espejo, pero éste no estaba puesto de manera convencional, sino que estaban tratando de ponerlo en la ventana y que justamente, el espejo, esté del lado de afuera, mejor dicho, que desde afuera pudiese verse, o sea, que alguien que lo mirara dese el exterior, se viera reflejado. Yo, por supuesto, al ver esta escena, me sorprendí más aún y lo que hice fue mirar por la ventana aquello que esas señoras estaban tratando de "tapar" mediante un espejo.
Lo que ví por la ventana, fue algo espeluznante, ustedes inmediatamente pensarán en monstruos extraños, pero no. Del otro lado, había algo más inquietante.
Por la ventana logré ver otra casa justo enfrente, a unos pocos metros, unos 15 o 20 metros. Esta casa, parecía ser una casa acogedora, una típica casa de bosque, con su techito de tejas color rojo y paredes de madera. De ese lado, la casa tenía una ventana y a través, se veía aquello que los tenía nerviosos a todos. Dos nenes raros, muy raros, podría incluso llamarlo como mi amigo Calde en el sueño, dos duendes, aunque eran niños. Dos criaturas con mirada penetrante y una sonrisa macabra. Un nene de camisa y una nena con vestido a cuadritos que era más chica que él. Les daría 8 y 6 años. Ambos nos miraban atentamente.
Por alguna razón, entendí que lo que teníamos que hacer, era tapar las ventanas con algo que pudiera a ellos reflejarlos. Como que si ellos se veían reflejados en un espejo o chapa o lo que sea, desaparecerían. No sé ahora cómo llegué a esa conclusión en el sueño, pero asi fue. Miré a mi alrededor, y lo único que podía llegar a dar un reflejo, era una chapa plateada, como un escudo. Mientras trataba de ponerlo en la ventana y ver que las señoras trataban de hacer lo mismo en su ventana y con el espejo, escucho un leve reir de esos niños, un débil risa que me paralizó y los miré a los ojos. El nene, sin mover un músculo le dijo a su hermana, "Son como animales". Y los dos, se quedaron mirándome con una sonrisa.

Y eso fue todo. Lo posteo ahora, después de la pantera rosa, porque es justamente ahora cuando me vino el recuerdo del sueño, desde que me desperté, que se me había ido de la mente.


La viñeta es de Christian Zompa