VI A RADIOHEAD


Como saben, esperé a Radiohead mucho tiempo. Apenas me enteré que venían, mi mente se puso ansiosa, demasiado. No pasaron muchas horas desde que escuché la noticia de la venta de entradas hasta que tuve la misma en mis manos. Largos meses de espera, hasta que finalmente llegó el recital.

Llegué justo para ver a Kraftwerk, en realidad ya había empezado. Me sorprendía no al ver tanta gente, sino, al encontrarme en toda esa muchedumbre a mi amigo Mariano. Él estaba muy atrás, yo traté de adelantarme un poco.

Cuando empezaron a tocar, no caía. Adelante mío estaba la banda que esperé por nueve años. Cada ritmo de 15 step, retumbaba bien adentro. Había mucha emoción en el público. Estábamos desaforados. Ahí adelante parecía que estábamos viendo a los Redondos. Una locura, realmente. Por ende, la comodidad no fue muy buena. Pero fue un recital inigualable.
Tocaron muy bien y durante dos horas veinte. Muchos temas clásicos. Casi muero con Kid-A. Increible, realmente increible. En There there, lloré de emoción al gritar como un demente "We are accidents wainting to happend".
En esa locura, perdí mi celular, creo que en el tema Bodysnatcher. Lo curioso fue que en esa bataola, de repente me tocan el hombro y era mi amigo y único seguidor del blog, el queridísimo y bien ponderado, Fedex. Estaba en cueros el pibe, todos transpirados, saltando como si fueran los Ramones. Terrible.
La sensación del público sobre el recital fue unánime, uno de los mejores recitales de la década. Queremos que vuelvan lo más pronto posible.

Ahora que ya pasó un poco de tiempo y tuve la suerte de ver tanto a Radiohead, como a Roger Waters (las dos veces que vino), además de lograr ver a los Redondos y los Rolling en River, me puse a pensar qué me falta por ver. Creo que solo tres cosas. A Bowie si se le ocurre pegarse una vueltita, a Sigur Ros y luego claro, volarme los sesos con AC/DC.

La vida muchas veces es muy turra. Cuando te cumple un sueño hay que disfrutarlo como tal. Yo vi a Radiohead. Soy mucho más felíz.